La época estival no está exenta de variaciones en el tiempo. De hecho, los meses más cálidos pueden traer consigo su particular repertorio de desafíos climáticos, desde lluvia intensa, vientos fuertes y niebla, hasta acontecimientos extremos como tormentas y huracanes, de ahí la importancia de desarrollar habilidades de conducción –como saber reaccionar ante los derrapes o realizar correcciones de dirección con vientos peligrosos–.
Disminuya la velocidad: Cuando conduzca en invierno, reduzca la velocidad y calcule más tiempo para cada viaje. Aumente la distancia entre su vehículo y el que circula delante de usted. Dedique tiempo a desarrollar habilidades de conducción, como por ejemplo, reaccionar ante los derrapes y controlar su vehículo sobre pavimentos helados.